Por Martín Kozak, Country Manager de InterSystems
Cada año Chile produce cerca de 5,6 millones de toneladas de cobre, lo que corresponde a casi a un tercio del total en el mundo. La extracción de este mineral desde 1820 nos ha transformado en líderes globales de este commodity y nuestro país es reconocido por su expertise minero.
Sin embargo, si vemos el desarrollo de esta industria a lo largo de los años, sorprende que dada la complejidad de los procesos y sistemas asociados a ella, haya sido posible realizar esta actividad económica durante décadas de manera coordinada y teniendo como norte la maximización de los recursos y el tiempo con la ausencia de la tecnología que existe hoy.
La realidad es que ya no basta con que un país posea grandes yacimientos o reservas minerales para asegurar un lugar de privilegio en el mercado minero. En la actualidad, para ser competitivos a nivel global es necesario apuntar a la eficiencia, la productividad, la continuidad operacional y la reducción de costos.
Para ello, la introducción de nuevas tecnologías aplicadas al negocio, como Big Data, Business Intelligence y Cloud son esenciales, sobre todo si consideramos que en nuestro país la mayoría de las faenas se realizan en pleno desierto, a miles de metros de altura y con condiciones climatológicas difíciles.
Todo lo anterior hace necesario el desarrollo y la adopción de nuevas soluciones tecnológicas. Al hacer posible la gestión y análisis de grandes cantidades de datos, las herramientas de Big Data y Business Intelligence permiten un correcto y eficiente almacenamiento y análisis de enormes cantidades de información, siendo capaces de generar los cruces de datos necesarios en tiempo real y de entregar inteligencia para la coordinación de las operaciones, optimizar los flujos de procesos, automatizar el control de gestión y lograr un mayor índice de eficiencia operacional, lo que finalmente ayuda a reducir los costos.
Cuando hablamos de un sector productivo que tiene un peso en el PIB de Chile cercano al 9%, que genera más de US$ 18 mil millones y que emplea a aproximadamente 203 mil trabajadores, es clave proporcionar nuevas aplicaciones tecnológicas a nuestra industria minera para asegurar su competitividad. En este sentido, la Transformación Digital y el desarrollo de aplicaciones deben estar en la base de la visión estratégica de las autoridades, de las compañías y de las más de cuatro mil firmas que son proveedoras de este rubro en el país. Invertir en el uso de nuevas tecnologías y soluciones no es una característica de un país desarrollado, sino que es una condición para serlo.