En un mundo paralizado por un virus que está afectando a las más de 7.000 millones de personas que lo habitamos, resulta casi improbable pensar que las reglas con que vivíamos se mantendrán igual.
Miguel Teixeira, CEO everis Chile
Hoy más que nunca la solidaridad se ve puesta de manifiesto. Cuando uno se cuida, protege al resto. De esta pandemia solo se puede salir juntos.
Quedarnos en casa resulta ser la mejor opción para poder cumplir con esta promesa tácita, pero en muchos casos quedarnos “acuarentenados” puede significar no sólo el surgimiento de patologías emocionales y físicas, sino una potencial pérdida del ingreso familiar, lo que no es menor cuando el INE informó que el desempleo ya se situó en un 8,2% durante el primer trimestre.
Es que en marzo pasado, solo en Chile se emitieron más de 300.000 cartas de despido y 56 mil empresas se registran en Ley de Protección del Empleo. Consciente de estas cifras reflexiono sobre cómo estamos impactando en el futuro de la relación entre personas y empresas. Y es que la confianza es la base de cualquier relación sana y transparente. Cuando esta se quiebra puede ser de forma definitiva.
En la próxima “nueva realidad”, las empresas necesitarán de gente y la gente de las empresas.
Esta relación, que históricamente ha sido de dependencia mutua, debiera empezar a cambiar hacia un escenario de cocreación y trabajo en equipo, donde cuando gana la gente, gana la empresa y viceversa.
Debemos construir un escenario donde la relación empresa-trabajador sea más estable, donde ambos se sacrifiquen por mantener la fuente laboral en funcionamiento.
El espíritu del intraemprendimiento, la creatividad y la innovación debe crecer aún más en momento de crisis. Qué círculo virtuoso podríamos crear todos juntos si el salvataje de las fuentes laborales fuera siempre a través de un esfuerzo mancomunado de todos sus integrantes.
En otras palabras, la responsabilidad del éxito o fracaso de una empresa no depende solo de su CEO, sino que del esfuerzo colectivo. Cultivar esta cultura sí es responsabilidad de quienes conducimos las empresas y aprovechar los espacios para hacerlo es de quienes las integran.
Es que el COVID-19 ha traído, sin darse cuenta, oportunidades para que nos centremos en las habilidades que necesitaremos para fomentar el verdadero ingenio.
Bajo este concepto, siendo responsable de la operación de una oficina que impacta a 1700 personas y sus familias, estoy convencido que vamos por el camino correcto cuando asumimos cuidar a aquel talento que está dispuesto a dar su máximo potencial para el crecimiento de todos.
Porque como decimos en everis, queremos ser la mejor consultora para los mejores, continuando con nuestro alto nivel de exigencia que nos ha destacado en el mercado en los últimos años. Hemos comenzado este camino, porque entendemos que, para obtener resultados distintos, tenemos que incentivar el pensamiento “fuera de la caja”.
Es por ello, que aliento, motivo y llamo a todo aquel que quiera aportar soluciones concretas a través de esfuerzo y dedicación, a que asuma el liderazgo para encontrar alternativas que alivien la situación de incertidumbre que
aqueja al tejido productivo del país.