¿En qué fijarse al elegir el mejor procesador gaming?

El mercado de los videojuegos cada vez exige más tecnologías aptas, como un procesador potente para poder ejecutarlos y tener una experiencia de juego sin igual.

Para saber cuál es el procesador gaming perfecto para ti, es importante tener en consideración ciertas características, ya que la compra de este tipo de componente puede ser complicado al principio si no sabemos sus funciones y especificaciones.

Para entender qué nos ofrece cada procesador, es necesario comprender qué significan las diversas especificaciones que incluyen, como los términos “GHz”, “núcleos”, “caché”, “TDP”, entre otros, los que en su conjunto nos permite saber hasta dónde pueden llegar en términos de rendimiento.

Un procesador de 8 núcleos (ZEN 3), cuenta con 4.15 billones de transistores. Mientras más pequeño sea el transistor, consume menos energía, y al consumir menos energía, genera menos calor. Además, al hacer más pequeño ese transistor, ganamos más espacio y podemos incrementar la cantidad, de esa forma aumentamos el rendimiento”

Pablo Ance, Technology Traineer de AMD para Sudamérica de Habla Hispana.

Cada usuario tiene necesidades distintas a la hora de escoger un Procesador AMD -entre varias otras cosas- que reúna las características para cumplir dichos objetivos. Es por eso que los expertos de AMD te explican lo siguiente para escoger el mejor procesador para ti:

Núcleos e hilos:

Los núcleos definen la cantidad de tareas que puede ejecutar el procesador en simultáneo, y los hilos son las vías por donde el núcleo recibe cada tarea o instrucción. Mientras más núcleos tenga nuestro procesador, vamos a poder realizar más tareas o finalizarlas en menos tiempo.

Frecuencia:

Esta es la que marca el ritmo de trabajo de un procesador, a mayor frecuencia, mejor es su rendimiento. La frecuencia o velocidad del reloj mide el número de ciclos que la CPU ejecuta por segundo, y se expresa en GHz (gigahercios). Cuando no existían procesadores de tantos núcleos, la frecuencia era un aspecto clave para el rendimiento. En la actualidad los juegos o las diferentes aplicaciones son las que determinan el impacto que va a tener la frecuencia.

TDP:

El TDP es, en términos simples, el calor que desprende el procesador. Con esta medida, podemos saber cuánto es el calor máximo que va a desprender un procesador en un uso intensivo. Sabiendo esto, podemos elegir de forma adecuada la refrigeración de nuestro procesador. Gracias al bajo TDP de los procesadores AMD Ryzen, es más fácil y económico escoger uno.

Memoria caché:

A diferencia de la memoria RAM que es otro componente, la memoria caché se encuentra al interior del procesador y es hasta 10 veces más rápida. Las aplicaciones constantemente ingresan a ésta para alojar diferentes datos. Es importante que los procesadores cuenten con gran capacidad, de esta forma el procesador tardará menos en tomar los datos y finalizar los procesos. Ese tiempo que demora en tomar los
datos, se llama latencia. Mientras menos latencia exista, el procesador será más veloz para trabajar, y para el gaming, menos latencia se traduce a más cuadros por segundo.

IPC:

El IPC son las instrucciones por ciclo que realiza un procesador. Con cada nueva arquitectura de AMD Ryzen hay mejoras en la respuesta de la tarea que se le pide al procesador, lo que en gaming mejora la velocidad de respuesta en el juego. Este parámetro es una manera efectiva de poder comparar la eficiencia de procesadores. Por lo cual, para hacer una comparación efectiva del IPC de dos procesadores, ambos deben de funcionar a la misma frecuencia cuando se realicen los tests.

Overclock:

Si el objetivo es ir por el mejor procesador, el overclock es una función que debe incluir, que se basa en subir voltaje y frecuencia del procesador para conseguir un aumento de rendimiento adicional. Para esto, el procesador debe estar desbloqueado y el chipset de la placa base tiene que ser compatible con esta característica. Los modelos de procesadores AMD Ryzen que terminen con la “X” cuentan con la capacidad de auto overclockearse, y para el resto, lo podemos hacer manualmente desde nuestra
herramienta AMD Ryzen Master.

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