El gran desafío de la ciberseguridad en la era del IoT

Por Francisco Guzmán, director de Claro empresas

Cada vez es más habitual escuchar hablar de faenas conectadas o inversiones que se vinculan al Internet de las cosas (IoT). Considerado como uno de los drivers con mayor potencial de crecimiento en los próximos años, se prevé que el IoT genere oportunidades económicas enormes para los sectores que lo adopten con el fin de hacer más efectiva su operación. Sin embargo, en esta era de en que todo estará conectado surge un nuevo desafío: ¿cómo evitar que sean punto de entrada a ciberataques?

Según IoT Analytics se espera que a 2025 exista más de 30 mil millones de conexiones IoT en el mundo (casi 4 conexiones per cápita), lo que también impulsará el crecimiento de nuevos negocios como el de los vehículos inteligentes, casas conectadas, además del IoT industrial. Con un potencial crecimiento tan amplio como el que experimentarán estos dispositivos, los ciberdelincuentes empiezan a poner en ellos la mira de su estrategia de ataque.

En ese sentido, los negocios ya se encuentran expuestos a vulneraciones cibernéticas, prueba de ello es que en años anteriores vimos que este tipo de delitos aumentó cerca de 25% en la región. Sin embargo, hay que tener presente que no solo se trata de pérdidas económicas o reputacionales, sino que cuando tocan servicios críticos pueden afectar de manera directa a la sociedad.

Pero, ¿por qué incorporar el IoT a la cadena de valor podría ser relevante? Una vez implementados rara vez se actualizan, lo que aumenta el riesgo de ser víctimas de ciberataques. Esto se explica porque asegurar que todos estos dispositivos se actualicen periódicamente y de manera eficiente implica contar con un sistema de gestión remota seguro y altamente confiable. De lo contrario, el costo las actualizaciones a nivel local podría hacer que un proyecto importante se convierta en inviable.

Otro punto a tener en cuenta es que hay una ausencia de estándares en el desarrollo de este tipo de dispositivos, lo que complica aún más la gestión. Por ello, resulta fundamental contar una mirada holística de ciberseguridad que permee el proyecto desde la etapa de diseño. De esta forma se garantiza el control de todo el ciclo de vida de la capa de IoT de manera eficiente, segura y que garantice su administración en todo momento.

Para enfrentar este desafío de manera contundente, es fundamental que las empresas consideren los beneficios que les puede traer la aplicación de IoT en sus operaciones, y que debe ir de la mano con el desarrollo de una estrategia de ciberseguridad, dándoles la relevancia y presupuesto que necesitan estos equipos, considerarlos como una pieza clave en el diseño de productos y ecosistemas de producción, y capacitando y concientizando a los trabajadores sobre su importancia. Sin ciberseguridad hoy no es posible avanzar en desarrollo tecnológico, y eso es algo que desde el mundo empresarial necesitamos
impulsar.

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