Por: Mario Miranda, Co-CEO y CRO Latam en Infracommerce
El comercio ha sido una parte esencial de la sociedad desde tiempos inmemoriales, y en las últimas décadas, su transformación ha sido revolucionaria, redefiniendo por completo la relación entre el consumidor y el vendedor.
La era del eCommerce llegó para quedarse, revolucionando la manera en que los consumidores compran y las empresas venden. Según datos de la Cámara de Comercio de Santiago, en 2019, solo un 46% de las empresas contaban con un canal de eCommerce, mientras que, en 2023, esta cifra aumentó a un impresionante 79%. Este crecimiento acelerado ha obligado a las marcas a adaptarse rápidamente a esta nueva modalidad de consumo.
¿Qué ha impulsado esta adopción masiva del eCommerce? La conveniencia de comprar en cualquier momento y desde cualquier lugar, la gran variedad de productos disponibles y la posibilidad de comparar precios al instante son factores clave. Además, la mejora en la logística y la entrega rápida ha fortalecido la confianza de los consumidores en las compras en línea.
El futuro del comercio se dirige hacia una unificación de los canales de ventas online y físicos. La fusión de las experiencias de compra física y en línea promete ofrecer a los consumidores lo mejor de ambos mundos. Lejos de desaparecer, las tiendas físicas se transformarán en espacios de experiencia y servicio, complementando la conveniencia del eCommerce.
Para lograr esto, las empresas deberán invertir en tecnologías que integren sus canales de venta. Sistemas de inventario en tiempo real, estrategias de marketing personalizadas y una logística eficiente serán esenciales. La experiencia del cliente debe ser fluida y coherente, independientemente de si la compra se realiza en línea o en una tienda física. Por ejemplo, si un cliente deja un producto en el probador, las empresas deben ser capaces de transferir esa información al ámbito digital para luego ofrecerle ese producto, o uno similar, vía web.
El comercio ha recorrido un largo camino desde sus orígenes en tiendas físicas hasta la actual revolución digital. La adopción del eCommerce ha cambiado para siempre la forma en que los consumidores compran, y el futuro apunta hacia una integración perfecta entre los canales físicos y en línea. Las empresas que abracen esta estrategia y se adapten a las necesidades cambiantes de los consumidores estarán bien posicionadas para prosperar en este dinámico panorama comercial.
El eCommerce no es solo una tendencia; es una transformación profunda que seguirá evolucionando. Las empresas que se adapten y aprovechen esta integración omnicanal serán las que lideren el futuro del comercio.