Expertos observan que el período estará marcado fuertemente por la integración de la Inteligencia Artificial Generativa, no sólo en tareas operativas, sino también en la forma en que empleados colaboran y se especializan. Además, se redefinirá el cómo entendemos la productividad con una mayor autonomía y eficiencia hacia modelos de trabajo basados en resultados, al mismo tiempo que sostenibilidad y mundo laboral estarán más vinculados que nunca.
El panorama laboral continúa evolucionando a pasos agigantados, impulsado por la tecnología, la globalización y las crecientes expectativas de los trabajadores, y de cara a 2025, WeWork ha identificado tres tendencias que marcarán el rumbo del mercado del trabajo hacia un futuro más innovador, flexible y alineado con los desafíos globales.
Tendencias que, según Romina Diepa, People Manager de WeWork Conosur, “no sólo abren oportunidades significativas, sino que también invitan a reflexionar sobre cómo podemos construir un entorno laboral que beneficie tanto a las personas como al planeta”. ¿Cuáles son?
- Crecimiento de la Inteligencia Artificial Generativa en el trabajo:
Las herramientas de IA generativa como ChatGPT, DALL·E, y otras se integrarán cada vez más en tareas cotidianas, desde redacción y diseño hasta codificación y análisis de datos. Pero ya no sólo serán ocupadas para eso, asegura Diepa. Además, se demandarán habilidades para trabajar en colaboración con estas tecnologías, como la “ingeniería de prompts” y la capacidad de interpretar resultados de IA. Esto impactará en el empleo y algunos roles administrativos y creativos podrían experimentar una transformación o, incluso, una sustitución parcial debido a la automatización.
En Chile, si bien la adopción de la IA en el ámbito laboral está en crecimiento, sólo el 15% de los trabajadores utiliza habitualmente esta herramienta en sus tareas diarias, según Randstad, una cifra inferior al promedio global del 29%. Sin embargo, una encuesta realizada por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes revela que un 45% de los encuestados emplea este tipo de herramientas en su trabajo o lugar de estudio, reflejando que la tendencia tendría cabida en el país.
2. Evolución hacia modelos basados en resultados:
La ejecutiva proyecta que habrá un nuevo enfoque en el rendimiento, con las empresas dejando de medir el trabajo por horas cumplidas y adoptando métricas basadas en resultados. Esto fomentaría la autonomía, la responsabilidad individual y, por supuesto, la flexibilidad, ya que los trabajadores tendrían mayor libertad para organizar sus tiempos y métodos de trabajo, siempre y cuando alcancen los objetivos establecidos. Un efecto concreto de lo anterior, podría ser un aumento de los contratos por proyectos, similares al modelo freelance pero con estabilidad parcial, explica Diepa. Para apoyar estos modelos, también debiera observarse una adopción creciente de tecnologías y herramientas de gestión y seguimiento, para ordenar y garantizar el cumplimiento de tareas.
La transformación hacia modelos de trabajo que priorizan los resultados por sobre las horas trabajadas está ganando terreno en Chile. Según datos de Deel, el número de empresas chilenas que contratan a nivel global creció un 22% en 2023, lo que sugiere una mayor flexibilidad y enfoque en el cumplimiento de objetivos específicos, más que en estar sentados en la oficina cumpliendo un horario.
3. Foco en la sostenibilidad y el impacto social:
Aumentará la demanda de roles relacionados con la transición energética, la economía circular y la sostenibilidad empresarial (“empleos verdes”). De la mano de eso, la conformación de equipos altamente especializados en normativas ambientales, certificaciones y garantizar los compromisos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Adicionalmente, debería observarse un potenciamiento de las “culturas organizacionales conscientes”, con los trabajadores buscando empresas alineadas con sus valores y fomentando políticas que integren la equidad, diversidad e inclusión.
En Chile, sólo en 2022 los “empleos verdes” representaron el 16,7% del total de trabajos en el país. Este cambio es impulsado por la creciente industria de energías renovables y políticas gubernamentales que promueven la economía circular. No obstante, se estima que cerca del 35% de estos son informales, lo que plantea desafíos en términos de calidad y estabilidad laboral.
“Todas estas tendencias, no sólo responden a las demandas actuales del mercado, sino que también comienzan a establecer las bases de un entorno laboral más dinámico, inclusivo y preparado para el futuro”, finaliza ejecutiva.